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El principio de Salamanca ha sido siempre eliminar el mínimo número de información posible. Empezando por la segunda parte, existe ya la experiencia de casos en que se han eliminado posibles palabras absurdas y luego se ha descubierto que sí tenían que ver con el centro de interés: por ejemplo, en algún momento alguien, desconocedor de la zona, eliminó del léxico canario nombres de animales que se daban en el centro de interés PARTES DEL CUERPO, sin reparar en que hacían referencia a órganos sexuales. Por lo que respecta a respuestas chuscas como “mi hermano”, consideramos que son significativas de, por ejemplo, la responsabilidad y la madurez con que los estudiantes afrontan las tareas de lexificación.
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